Conversemos  en  ésta oportunidad sobre las palabras ATALO, ATAR Y ATELO. Seguro estará pensando “Falta un acento”. La verdad es que no. Atalo es el nombre que llevaron tres reyes de Pérgamo. Atalo I Sórter (269 - 197 a.c.) gobernó de 241 a 197 como sucesor de Eumenes I. Luchó contra los gálatas, a los que arrebató Asia Menor; combatió victoriosamente contra Seleuco III de Siria y su sucesor Antíoco III. Como aliado de los romanos, tomó parte en la batalla de Quíos, en la que fue derrotado Filipo V de Macedonia. Fue el fundador de la famosa Biblioteca de Pérgamo. El otro rey fue Atalo II Filadelfo. (220 - 138 a.C.) Ocupó el trono desde 159 hasta 138.  Hijo del anterior sucesor de Eumenes II, su hermano. Atalo III Filométor, gobernó de 138 a 133 a.C. Hijo de Eumenes II y sucesor de su tío Atalo II. Al morir legó sus bienes a los romanos, pasando Pérgamo a ser provincia  romana.

Si necesita describir la acción de unir o sujetar con ligaduras o nudos, estará bien utilizado el verbo  atar, sobre el cual no vamos hacer mayores comentarios. Pero revisando la geografía encontramos que Atar es la VII región de Mauritania, con 471.200 km2 y mas de 100.000 habitantes. Y dentro de la mitología encontramos a Atar como dios del fuego iránico, equivalente al Agni védico.

Atelo,  raíz griega  atelées, es un componente inicial de voces castellanas con la significación de imperfecto, incompleto, nulo o inútil. Dentro de nuestro léxico médico encontramos  varias palabras con ésta raiz griega, entre las cuales tenemos:

Atelocardia,  para referirse al desarrollo  incompleto del corazón. Atelocéfalo, la. Que tiene la cabeza incompleta. Ateloglosia. Desarrollo imperfecto de la lengua. Atelognatia. Desarrollo incompleto del maxilar inferior. Atelomielia.  Para referirse a un desarrollo incompleto de la médula espinal. Para el desarrollo incompleto de los pies, se utiliza el término Atelopodia. En presencia de un desarrollo incompleto de la cara,  se puede hablar de ateloprosopia. Y de los labios, ateloquelia.  Y el desarrollo incompleto de una o ambas manos, se puede describir como ateloquiria.

Indudablemente, que el uso correcto de los acentos pueden cambiar lo que deseamos expresar y mientras mas leemos y estudiamos, descubrimos lo poco que sabemos de nuestro idioma.