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- Las
glándulas mamarias son parte importante de la feminidad y no deja
de ser preocupante para la mujer cualquier alteración o enfermedad
que puedan afectarlas. En griego mastós
significa mama y ésta raiz griega la utilizamos en nuestro
idioma para referirnos a todo aquello relacionado con la mama o que
tenga la forma de una glándula mamaria. No es lo mismo hablar de mastitis
que de mastoiditis. Mastitis,
se refiere a un proceso inflamatorio de la glándula mamaria,
mientras que mastoiditis, es una inflamación del antro y de las células
mastoideas. La mastoides o proceso mastoideo, es la porción dura
localizada detrás de la oreja que
pertenece al hueso temporal, cuya redondez hace recordar a la glándula
mamaria derivando su nombre de esta semejanza. Es correcto utilizar
el término de mastadenitis
como sinónimo
de mastitis. Mastología,
es una palabra bastante utilizada y engloba toda
la patología relacionada con la glándula mamaria. Para
referirnos a dolor en dicha glándula, podemos utilizar los términos:
mastalgia, mamalgia,
mastodinia, mazodinia. Un vocablo poco utilizado, hasta por
los mismos especialistas, es mastonco el cual tiene
como raíces masto + ónkos, tumor, es decir, tumor de la glándula
mamaria o del pezón. Mastopexia (masto + gr. péexis, fijación + -ia) es fijación
quirúrgica de la mama péndula,
lo que es igual decir, en presencia de una mastoptosis
(descenso o caida de la mama). Ante estos hechos, poco estéticos
y no favorables a la mujer moderna, los cirujanos plásticos ofrecen
sus buenos oficios para realizar una mastoplastia,
término bastante usual en esta especialidad para corregir
defectos de la glándula mamaria. Entre estos defectos encontramos
la mastauxa (mast- + gr. auxée,
aumento), un agrandamiento considerable de las mamas, que puede ser
de uno o de los dos lados, siendo a veces motivo de dolores de
espalda. Esto no sucede en presencia de una mastatrofia,
cuando sucede
todo lo contrario, las glándulas mamarias se atrofian.
- Lo
que no podemos olvidar, es la necesidad de aprender a realizarse el
auto examen de las mamas una vez al mes en fecha postmenstrual,
acudir al médico si se descubre cualquier anormalidad, y después
de los 40 años practicarse una mamografía bilateral. El cáncer de
la mama diagnosticado a tiempo es curable hasta en un 100 % de los
casos, dependiendo de la atención que la mujer preste a su salud,
el momento en que se detecte la enfermedad y el tratamiento adecuado
y oportuno que realice el especialista.
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