Muchas veces hemos oído referirse a una persona de mal comportamiento como “un caco”  y llegamos a pensar que se trataba de un modismo mas de los que la juventud de todos los tiempos inventa para resumir su lenguaje a pocas palabras. Revisando el diccionario de ciencias médicas encontramos la palabra caco,  de origen griego kakós que significa malo. Y dice el diccionario: “Componente inicial que entra en la formación de voces castellanas con la significación de malo o anormal”.
En base a ésta raiz griega se desprenden las siguientes palabras:
Cacestesis: (gr. kakós + gr. distheesis, sensación + -ia). Sensación mórbida o desorden de la sensibilidad.
Cacidrosis: (gr. Kakós + gr. hidróos, sudor + -osis). Sudoración fétida que se manifiesta principalmente en la axila, los pies y la piel de las regiones genitales.
Cacodemoniomania: Estado en el cual el enfermo cree que está poseído por el demonio o por espíritus malignos.
Cacodoncia: Estado caracterizado por la presencia de dientes en mal estado o anormales.
Cacoético, ca: Se usa como adjetivo para referirse a algo malo o maligno.
Cacofonía: Disonancia que resulta de la inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra.
Cacogéne: Formación de tejidos anormales o patológicos.
De esta manera tenemos muchas palabras que podemos usar partiendo de éste prefijo, si nos vamos a referir a una persona con mal aliento (halitosis), podríamos decir que presenta cacostomía. Una persona desnutrida, es un  ejemplo de una cacotrofia.  Y si su corazón no tiene un ritmo regular, entra en el grupo de los cacorrítmicos, (cas). Y aquellos que pasan percibiendo malos olores, sufren de cacosmia. Si su timo presenta algún trastorno, podríamos hablar de una cacotimia.
Asi, mi estimado (a) lector, que es totalmente correcto referirnos a aquellos que se llevan lo nuestro sin pedir permiso como los cacos de la sociedad.
Un buen diccionario a la mano es un gran amigo!